sábado, 5 de julio de 2008

El viejo en el tango



La previa…

Hoy me siento un poco sombrío, así que pido disculpas por el tenor de estas reflexiones. Quizás es una ayuda para mí poder elaborar con ustedes ciertas ideas sobre este tema, bajo la excusa del tango.

¿Por qué es difícil definir la vejez? En principio creo que porque cuando uno es parte de ella no se reconoce en dicha condición. Y si uno es joven menos aún. Mientras uno es pollo la muerte es algo lejano, siempre de otro, nunca una posibilidad propia. Pasando la mitad de la vida nos damos cuenta que ese momento va a llegar, pero no mañana por la mañana. Claro, nadie piensa cada vez que se levanta, que ese día justo le agarra un patatús.

Un amigo del alma, Cacho L., platense él, me dice: “Nene, para mí un año, un mes, una semana, un día, una hora, un minuto, un segundo…” continúa Cacho “…es importante, porque estoy vivo”. Es que él vive preocupado por la muerte que siente acechándolo en cada esquina. No sé si es una verdad universal, pero creo le preocupa el aprecio por el valor de la vida. Mi nieto dice que leyó en un filósofo alemán que “…no hay experiencia posible de la muerte, la muerte se anuncia como el límite de toda experiencia.”. Sin entrar en trascendencias filosóficas que no manejo, estimo que lo importante ahora no será la muerte, sino cómo vivir una vejentud dichosa o insenescencia como supo llamarla el escritor argentino Juan Filloy (para los que no lo conocen: vivió 106 años).

Sobre la vejez

A lo largo de la humanidad, los ancianos tuvieron un importante papel en la transmisión de valores y tradiciones. Así también encarnaban la figura de la experiencia y la prudencia. La vejez como última etapa de la vida y a la vez de realización suprema, remite a miedos y fantasmas temibles: la pérdida de la autonomía, la fragilidad de la salud. Y el mayor de todos ellos: la soledad.

Pero no confundamos vejez con decrepitud o decadencia. Asumiendo esta diferencia, encontramos otras particularidades. En la vejez, la gente no está apurada, porque eso es propio de la vida laboral, el vértigo, la locura cotidiana. Tampoco enfrenta mayores problemas, siempre y cuando pueda contar con los aportes previsionales de toda una vida de trabajo (para no entrar a hablar de la funesta relación entre vejez y pobreza…). Tiene acumulado conocimiento, como expresa el dicho popular “El diablo sabe por diablo, pero más sabe por viejo”. Por ello es hábil para proponer soluciones a muchos problemas, así, dicho en general, aunque no suele ser escuchado –ni reconocido- en la misma medida.

En la Argentina de comienzos de siglo pasado el niño era niño y llevaba pantalones cortos; el joven era joven cuando ritualmente era investido con pantalones largos; y el adulto… era adulto a los 20 años. No olvidemos tampoco el aumento de las expectativas de vida del hombre actual, que modifica la constitución de la población.

Cuando yo tenía cinco años, mi familia se mudó a Verónica, Provincia de Buenos Aires. A unos cuantos kilómetros había una base aeronaval, con aviones descangayados que entraban y salían ruidosamente, y a los pibes nos gustaba verlos dejar marcas en el cielo. Años después estos serían reemplazados por modernos aviones a chorro. Y ahora, para qué referir al lector las nuevas tecnologías de navegación aero-espacial. Valgan estos recuerdos cachuzos para sugerir la rapidez de ciertos cambios acaecidos en las últimas ocho décadas.

Ahora todo transcurre tan ligero, y el mundo nos carga con tanta información, datos, números, que perdemos de vista lo fundamental, el sentido de las cosas, el disfrute de lo sencillo. Lo pequeño es bello, dijo alguien, refiriéndose a las cosas simples. Pero el viejo suele ser lento, y queda al margen de las cosas. No lo apabulla tanto lo nuevo, sino la velocidad.

El viejo en el tango

Para observar la fotografía que el tango hace de la vejez, examinemos un par de letras. Tomemos por caso a Giuseppe el zapatero, inmigrante con oficio que decide empeñar sus esfuerzos para hacer que el hijo estudie. Y cuando el pibe se recibe, de manera ingrata corta el lazo familiar por vergüenza del padre. Para quienes quieran apreciarlo musicalmente, los remito a la versión de Carlos Gardel (1930) o a la de posterior de Enrique Campos y Ricardo Tanturi (1945).

Hay ciertos tangos que tematizan la vejez prematura del hombre (o la mujer) entre los 30 y 40 años, como lo revelan “Sonaste viejo” o “El ciruja”. La amarga poesía de “Esta noche me emborracho”, refiere la decadencia física de una mujer con una vida de estragos. Varios de los tangos referidos supo cantarlos Gardel.

En “Caminito”, “Vieja Recova” o en el rotundo título “Quién tuviera 18 años” escuchamos hablar de los tiempos pasados que al parecer, como diría Manrique, fueron mejores. En otras letras no se habla de un viejo, pero es uno quien la enuncia, con nostalgia hacia lo perdido, como en Cuesta abajo”. Mencionemos también al pasar “Cuando un viejo se enamora”, “Gallo viejo” y “Acquaforte”, remitiendo al lector a las letras, para elaborar sus propias conjeturas.

Dichosa senectud

Nadie se pregunta cómo disfrutar de la vejez, ese momento de la vida donde las pasiones se aquietan y la madurez de la reflexión llega a su plenitud. Hay más tiempo, siempre y cuando, como dijimos, tengamos la subsistencia, el “cacho de pan” asegurado. Nuestros gobiernos latinoamericanos no suelen acompañar los deseos que expresan estas líneas. Sin ir más lejos, un par de años atrás decidí escribir una carta al Presidente de la Nación, destacando su papel potencial en la solución de la situación de los jubilados hoy en día, en una economía con perfil inflacionario, y la miseria a la que los arrastra los magros ingresos que cobran. Recibí por toda respuesta una “atenta nota” de un funcionario de segunda línea, informando que “cualquier trámite y/o reclamo por pensiones o jubilaciones debe ser ingresado en forma personal, por mesa de entradas en la sucursal de la Administración Nacional de Seguridad Social más cercana a su domicilio”. Por lo visto, no entendieron nada de nada. Ustedes dirán...

Buenas noches a todos y todas.

17 comentarios:

Marcelo dijo...

Don Solidario: yo voy a cumplir 44, y entonces ya tengo más que una noción de la muerte aunque claro, como dice ud., no la espero mañana por la mañana. Me gustaron sus reflexiones, porque no sé si recordará que algo he escrito sobre la vejez y la extraña calificación de "joven" que se le hace a un anciano vital, como si ancianidad y vitalidad resultaran incompatibles.
Ya me voy a buscar las letras de los tangos que ud. refiere, alguno de los cuales no conocía.
Un abrazo y como siempre, gracias!

Solidario Alvo dijo...

Como yo lo entiendo, un blog cumple su objetivo no en su modalidad alternativa de expresión, sino en la posibilidad de brindar un "descubrimiento" en lo personal que puede resultar de interés a un otro lejano en tiempo o en espacio. Si Ud. quisiera alguna letra en particular, me honraría compartirla con Ud. La busco o trato de encontrarla, ya que toda difusión del tango es a favor de su desarrollo, no como mero "documento histórico" sino en toda su vitalidad humana y actualidad.

Salute,
S.A.

francisco dijo...

Don Solidario:El tema me toca, pues a mis 52 empecé a aprender a bailarlo y entendí que para buscar la esencia del tango - lo cual quizá nunca lo logre-debería untarme de toda su historia, de aquellas orquestas que ud tuvo la fortuna de escuchar en vivo,de los conceptos de gente de la milonga como Guillo o Milonguera.El punto en el que siento que su comentario me atañe es que percibo en mí mucho afán por "ponerme al día" quizá porque en el fondo intuyo que, pese a que me siento saludable,no alcanzaré a descubrirlo y menos a disfrutarlo al tango.En mi casa los tengo reventados con el tango hasta el punto que me han dicho que puedo pedir la nacionalidad argentina sin ningùn problema. Un abrazo!

Anónimo dijo...

Don Solidario, accedí al blog luego de leer la dirección en un comentario de un artículo de La Gaceta. La picardía de la publicidad me provocó mucha curiosidad y, casi de inmediato, el impulso de leer un primer párrafo. Cuando ya no quedó un artículo o comentario más que leer, incluso la disertación de Juan Filloy, decidí que era buena idea dejar un mensaje y agradecerle por compartir sus líneas, y por supuesto, dejarle un cordial saludo.


Javier
29 años, Cap. Fed.
(Santiagueño de Nacimiento :)

Anónimo dijo...

Asi que ahora se metio en INTERNET.
Yo que lo conosco de chiquita, no me sorprende. Usted esta para esto y mucho mas.

Anónimo dijo...

mi estimado:
lo felicito enormemente por su blog, no solo porque a su edad lo escriba, sino porque está realmente bien escrito y plantea cosas interesantes acerca del tango.
Mi padre es un amante del tango, con lo cual puedo decir que fue mi primer contacto con la música, y que eso me llevó a conocer (un poco) del tema y a gustarme de manera especial. Hace unos años que estoy alejada del tango, pero al leer su blog o escuchar algun tema me acuerdo de lo mucho que lo disfruto y me dan ganas de volver a acercarme.
Continúe siendo tan brillante.

María, 23 años. S.M. de Tucumán

Ana Carolina dijo...

Hola Solidario: Soy Ana Carolina, Salteña, pero en estos momentos viviendo en Asturias, España. Todos los días lee la gaceta desde este país ya que mis padres a´´un están en Argentina, y hoy me encontré con esta grata noticia, su blog.
Le deseo un mundo de felicidad, desde mi trabajo, médico de familia,encuentro mucha gente como usted, y me encanta dialogar con ellos, de la misma manera que lo haré con olidario!!!
Muchos besos y hasta pronto

Unknown dijo...

Estimado "abuelo": lo felicito con la claridad que expresa lo que piensa y porque se haya animado a ingresar a este mundo del ciberespacio que yo, con mis casi 40, entiendo casi poco y nada.
Le dejo un cordial saludo y estaré siempre dándome una vuelta por acá para disfrutar con lo que escribe.

Anónimo dijo...

soy de tucuman, lei la gaceta. muy buen blog.
le hago una recomendacion... "justifique" los textos, queda mucho mas prolijo.
excelente blog

Anónimo dijo...

Soy Cecilia y tengo 31 años no sé qué es la vejez, ni en qué estado me encontrará cuando me toque, pero ojalá esté tan plena como me encuentro hoy, ojalá la vejez sea levantarme todos los días, y decir, no sé cuánto me queda, o cuánto tiempo pasó, pero como he disfrutado y cuánto mas sigo disfrutando la vida!!!! Me falta mucho por hacer aún con mi edad, conocer mas placeres, pero si mañana dejo de estar aquí, me llevo todo lo que disfruté plenamente!!! Y nada me queda por hacer.... Besos

Anónimo dijo...

Don Solidario, en la mitad de la vida uno no se pregunta por la muerte, pero si me pregunte que pensaba mi Padre de la muerte y como la enfrentaba. Preguntas con mucho dolor y algunas veces respuestas con bronca de porque las cosas salieron asi. Un dia leyendo algo que decia que no trate de pedir explicaciones, que si algun dia veia que se colgaba el guante, debia entender que ya no vivia, "duraba" y eso no es digno. Entendi muchas cosas y tome un poco de paz.
Me gustaria poder entender esto en el futuro, cuando no sea una lectura y sea mi cuero propio. Ser digno siempre
Por el momento hay que disfrutar la vida y Ud. en este medio creo que lo esta haciendo y me contagio un poco de ideas
Al del anses, y bue.... realmente no entienden nada. Perdieron los valores. Igual las telefonicas, rentas etc.
Le mando un abrazo y fue un gusto conocerlo

Carlos

Anónimo dijo...

Hola me paso por aca..ya q te vi en la gaceta...bueno espero que estes bien y te espero x mi blog que es nuevo..nos vemos..chau...=)
https://nicolasrazu94.blogspot.com

Sol celestial dijo...

Buenas!!, soy Solana, tengo 22 años. Me gustó mucho el blog y sus relatos, a mi me gusta el tango y me gusta cantarlo aunque mi voz no es para nada tanguera. Le quería contar algo muy gracioso que me pasó con el tango: un día me subo a un remis donde sonaba un tango: "Gricel" entonces me pongo a cantar, cuando terminó el conductor me dijo que cante otra entonces canté "los mareados" y cuando llegué a destino me dijo que "con la alegría que le había brindado no me podía cobrar" jajaja. Hay música que provoca felicidad, en mí tiene ese efecto The Beatles y el jazz de los años 30 y 40.

Siga escribiendo mucho más!!!!
Saludos!
SOL

Dr.Ruben Berdichesky dijo...

Mis mas sinceras felicitaciones por su Blog.
Reciba un muy cordial saludo y estoy a su disposiciòn.
Cordialmente
Rubèn
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Dr.Rubén Berdichesky
rberdichesky@gmail.com
rberdichesky@doctor.com

http://www.rberdi-archivo-gotan-tango.blogspot.com
Tango RBerdi: El Diario
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Anónimo dijo...

Estimado Don Solidario: yo no soy vieja, todavía, pero pienso en la muerte desde que tengo uso de razón. No quiero imaginarme cómo seré cuando llegue a esa edad en que en promedio tenemos más años recorridos que los que nos esperan.
De todos modos nunca tenemos asegurado nada, ni siquiera llegar a los 40 o los 50. Así que la vida habría que disfrutarla como si cada día fuera el último, y eso a cualquier edad.

Mi mejor amiga falleció a los 23 años. Agradezco todos los días a quien corresponda que se haya dado todos los gustos siempre.

Felicitationes por su blog, absolutamente imprescindible.

Anónimo dijo...

Hola, Bloguero Solidario:
Aparezco como "anónimo" porque.......en fin........me olvidé la contraseña...

Excelente idea la del periodista que dio a conocer la existencia del blog en La Gaceta!!! No hay tanta gente en la red que se dedique a escribir textos con contenidos para pensar.Tema ineludible para el ser humano esto de la vejez, sobre todo si se piensa, como vos decís, en el contexto en que la gente envejece y en las condiciones materiales de la existencia. Me gustaron mucho ls reflexiones, aunque creo que sí es un poquito sombrío.
No vayas a dejar de escribir, ahora que descubriste internet que hace tiempo me decías que te parecía algo increíble, casi mágico.
Te propongo que el próximo tema sea "la visión de la juventud en el tango", así podemos comparar con la idea de la vejez, no sé qué te parece. Si querés lo charlamos, café mediante. Me permito la confianza, apoyada en el parentesco...
Propongo también que, aparte de Solidario, en el Blog seas Soli-diario y escribas con frecuencia....
Adianchi!!!

Melena
(la que no canta el tango, pero lo escucha)

P.D: Una de las comentaristas es mi amiga. Te acordás de Olguita??

Anónimo dijo...

Les quiero pasar una pagina que le ise a mi mamá, que posupesto es cantante de tangos de Rosario, a qui les dejo la web: www.lilianadelmar.es.tl (gracias)